(Eileen Molina Fernández)
El Museo Indocubano Baní, ubicado en el municipio de Banes, capital arqueológica de Cuba, atesora tras sus puertas una colección considerada la más completa del Caribe insular y que muestra la vida y costumbres de los aborígenes cubanos.
Instrumentos de trabajo, piezas ceremoniales y objetos de uso doméstico encontrados durante excavaciones o donados por coleccionistas y personalidades de la ciencia y la cultura, conforman las reliquias de esa institución, abierta como museo el 28 de noviembre de 1965.
Cuatro salas de exposición acercan al público a la historia de las comunidades ancestrales que poblaron la región norte oriental cubana y legaron a las generaciones actuales palabras como bohío, canoa o barbacoa, que descienden de dialectos aborígenes.
Objetos de piedra, conchas marinas, cerámica, metal, huesos de animales, vasijas, collares, pendientes y lanzas, sobresalen entre las 22 mil piezas que exhiben también la interacción entre aborígenes y españoles, con más de 500 años de historia.
Entre los tesoros de esta instalación se destaca el ídolo de oro, que representa a la diosa Atabey, símbolo de la fertilidad, madre del ser supremo y una de las deidades fundamentales de las culturas precolombinas en el área del Caribe, según referenció Luis Quiñones, director de la institución.
La estatuilla con un peso de 10 kilates, fue declarada símbolo de Banes, municipio ubicado en el noreste de la ciudad de Holguín y que acuna el 33 por ciento de las riquezas arqueológicas de la Antilla Mayor, descubiertas en unos 50 sitios de ese territorio.
Otro de los dioses que se conservan en el Museo Indocubano Baní es la divinidad arauca Maquetaurie Guayaba, fabricada de concha, la cual representa el ciclo de la vida y la muerte, a través de una figura cadavérica con las costillas pronunciadas, destacó Quiñones.
La antigüedad y excepcional valor de estas piezas hacen de la investigación y conservación, las prioridades fundamentales de
especialistas, historiadores y arqueólogos, a través de proyectos comunitarios, círculos de interés y otras iniciativas.
Uno de los proyectos que se desarrolla actualmente resulta “Osteoarqueología de la región de Banes”, programa dedicado al estudio de más de 90 piezas fabricadas de huesos de animales, señaló Lourdes Pérez, investigadora principal del estudio.
Este museo es una referencia para conocer la historia de las comunidades indígenas y una opción para profundizar en el arte y legado de los aborígenes cubanos.